Te devuelvo la visita, querida amiga. Comentando esta coincidencia por la cual ambos abordamos el mismo tema. El tuyo, aún viva la mariquita, pero irremediablemente condenada. El mío, cuando sólo se balancea lo que quedó de esas pequeñas vidas... Lo que también, desde luego, es parte inseparable de las leyes naturales que nos rigen.
Juan Carlos, siempre hay un antes y un después del instante. Y quienes estamos allí, a veces lo vemos y otras no. En los animales se trata del sobrevivir... aún en las luchas más sangrientas. Tan distinto al hecho que tantas veces mueve al hombre. Cuánto que aprender.
Te devuelvo la visita, querida amiga.
ResponderEliminarComentando esta coincidencia por la cual ambos abordamos el mismo tema. El tuyo, aún viva la mariquita, pero irremediablemente condenada.
El mío, cuando sólo se balancea lo que quedó de esas pequeñas vidas...
Lo que también, desde luego, es parte inseparable de las leyes naturales que nos rigen.
También para ti lo mejor.
Otro beso.
Juan Carlos, siempre hay un antes y un después del instante.
ResponderEliminarY quienes estamos allí, a veces lo vemos y otras no.
En los animales se trata del sobrevivir... aún en las luchas más sangrientas.
Tan distinto al hecho que tantas veces mueve al hombre. Cuánto que aprender.
Besosss para tí !