.
" 23 "
Llego temprano a la cola de la farmacia. El calor no ceja y en la galería se escucha el motor del aire que enfría adentro y calienta afuera.
ladrillos rojos -
jadean dos gorriones
en la escalera
La espera se interrumpe con un saludo, el muchacho que conocía a mi madre todavía sigue allí. Es el mismo lugar, es distinto el mostrador. Son los mismos remedios... son distintas las máquinas. Con la misma frecuencia pero distinto el motivo. Espero en ese sitio, descanso en esa espera.
entre las manos,
descansa mi cabeza
adolorida
Llegan de a uno..., se visten pero todo sigue en penumbras. El sol brilla en los vidrios altos de la galería.
Abren el anexo, debo tomar mi número, “ 23 “ , el día que festejábamos el cumple de mi madre. Coincidencias, hablar de ella al comienzo de este relato sin saber que tendría en mis manos este papelito.
Me llena de curiosidad la casualidad pero parto de allí con los blisters y sin respuesta...
sentado al sol,
drogado el cuidacoches
se desvanece
.
" 23 "
Llego temprano a la cola de la farmacia. El calor no ceja y en la galería se escucha el motor del aire que enfría adentro y calienta afuera.
ladrillos rojos -
jadean dos gorriones
en la escalera
La espera se interrumpe con un saludo, el muchacho que conocía a mi madre todavía sigue allí. Es el mismo lugar, es distinto el mostrador. Son los mismos remedios... son distintas las máquinas. Con la misma frecuencia pero distinto el motivo. Espero en ese sitio, descanso en esa espera.
entre las manos,
descansa mi cabeza
adolorida
Llegan de a uno..., se visten pero todo sigue en penumbras. El sol brilla en los vidrios altos de la galería.
Abren el anexo, debo tomar mi número, “ 23 “ , el día que festejábamos el cumple de mi madre. Coincidencias, hablar de ella al comienzo de este relato sin saber que tendría en mis manos este papelito.
Me llena de curiosidad la casualidad pero parto de allí con los blisters y sin respuesta...
sentado al sol,
drogado el cuidacoches
se desvanece
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Gracias, Mir.
ResponderEliminarEse último haiku es demoledor...
_/\_
imagíname en ese momento. se aflojaron mis piernas
EliminarCoincido con Gorka, un haiku muy real y muy gráfico.
ResponderEliminarY el relato muy bien desarrollado, me llegan todas las sensaciones en cada línea escrita.
Saludos
Gracias Karin, no me resulta fácil transmitir... si lo has percibido, cuánto me alegra.
EliminarSaludos para vos
Un relato excelente. Y sí, con un haiku como colofón que es un verdadero mazazo. Estupendo.
ResponderEliminarUn abrazo grande
ese joven... cada día lo observo, cada mes, cada año... yo envejezco y él, está como ausente
EliminarOtro abrazo fuerte para tí