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Mañana tórrida...

refrescando en el super el cuerpo y el alma... entre góndolas, entre ofertas y sobrecargos... la vida te llena de sorpresas.

Hace muchos años, podría decir décadas que no la veía, que no me veía, desde aquel barrio donde crecí de niña, hasta apenas la primera infancia, hasta que la vida, los conflictos humanos y la ausencia de derechos por la mujer y los niños nos empujaron de aquella que era nuestra casa.



(el recuerdo llega inevitablemente)



Camino rumbo al final de la cola cuando de entre los tantos que allí estaban esperando, me sonríe una cara que aunque adulta la recordaba de niña



nadie lo sabe,
me saluda la hija
de la amante de mi padre
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