Nuestras vidas junto a Adolfo
La vida tiene esas cosas que nos deparan las experiencias más maravillosas.
Recuerdo ese día que entré a la Pet Shop, sólo a ver... y de pronto, entre un bosque de verdes apareciste, me sorprendí y comenté
- " morirá enredado, no tiene espacio... "
- es que ayer se tiró desde 2 metros...
- lo venden ?
- sí, a $ 5,00
- lo llevo
y así fue como llegaste a casa, pensando que el golpe te haría algo...
Tu vida fue ruidosa, dinámica. Nos sorprendió tu dieta, compartiste nuestro pan, arvejas, arroz, el pan dulce de tantas navidades..., alegrías, tristezas, bienvenidas, despedidas..., luces y sombras, nubes y sol, tantas estaciones...
Nos pedías, nos tuviste paciencia, respondiste a tu manera al sonido de nuestras voces, te quisimos y estoy convencida que nos quisiste.
Tanto ruido se transformó en tanto silencio...
La vida es así, una mezcla de sentimientos... de sorpresas, a veces felices que nos roban una sonrisa y en otras nos estruja el corazón, cuando la muerte se lleva los pequeños seres que han compartido, por unos años, sus vidas con las nuestras y nos arrancaron sonrisas, sorpresas, insomnios, tristeza
tantas burbujas...
las agallas del pez
tan quietas
sin resplandor naranja...
qué silencio de muerte
en la pecera
amanecer de otoño,
ya no le prendo
la luz al pez
te amamos, Adolfo
11/2007 - 26/05/2016
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- es que ayer se tiró desde 2 metros...
- lo venden ?
- sí, a $ 5,00
- lo llevo
y así fue como llegaste a casa, pensando que el golpe te haría algo...
Tu vida fue ruidosa, dinámica. Nos sorprendió tu dieta, compartiste nuestro pan, arvejas, arroz, el pan dulce de tantas navidades..., alegrías, tristezas, bienvenidas, despedidas..., luces y sombras, nubes y sol, tantas estaciones...
Nos pedías, nos tuviste paciencia, respondiste a tu manera al sonido de nuestras voces, te quisimos y estoy convencida que nos quisiste.
Tanto ruido se transformó en tanto silencio...
La vida es así, una mezcla de sentimientos... de sorpresas, a veces felices que nos roban una sonrisa y en otras nos estruja el corazón, cuando la muerte se lleva los pequeños seres que han compartido, por unos años, sus vidas con las nuestras y nos arrancaron sonrisas, sorpresas, insomnios, tristeza
tantas burbujas...
las agallas del pez
tan quietas
sin resplandor naranja...
qué silencio de muerte
en la pecera
amanecer de otoño,
ya no le prendo
la luz al pez
te amamos, Adolfo
11/2007 - 26/05/2016
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Me emocionó tanto, el relato y los Haykus. La tristeza puede ser tan hermosa... Siento la pérdida. Un abrazo.
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